domingo, 29 de marzo de 2015

Eva Besnyö, la holandesa húngara (II).



Autorretrato.
1932.

En 1932, Eva Besnyö se traslada junto a John Fernhout (con el que se casó poco más tarde) a los Países Bajos por la creciente amenaza del nacional-socialismo alemán.
En Amsterdam se unió con otros artistas, fotógrafos, cineastas, escritores e intelectuales que también huían de la represión nazi. Entre ellos destacan el artista Charley Toorop y el cineasta Joris Ivens, activista en favor de la República Española con la película Tierra de España.

Con una exposición individual en la prestigiosa galería de arte Van Lier en 1933, Besnyö obtuvo gran reputación como artista, aunque seguía trabajando como retratista, fotógrafo de moda y fotoperiodista.
Un trabajo muy diverso que, no obstante, la mantiene dentro de la Nueva Objetividad buscando ángulos inusuales y la claridad desapasionada con la humanidad compasiva.

En 1934, junto a un grupo de artistas que buscaban proteger los derechos artísticos y culturales en contra de la creciente influencia nazi, participó en la exposición titulada Olimpiadas bajo la dictadura (De Olympiade onder Diktatuur) en protesta por los Juegos Olímpicos de 1936 que iban a celebrarse en Berlín.

Desnudo.
Matyasföld. Hungría. 1932.

John Fernhout a orillas del Báltico.
1932.

John Fernhout, Anneke van der Feer y Joris Ivens.
Westkapelle, Zeeland, Paises Bajos. 1933.

John Fernhout.
Westkapelle, Zeeland, Paises Bajos. 1933.

Holanda, la nueva patria de Besnyö, se declaró neutral durante los inicios de la Segunda Guerra Mundial aunque Alemania se negó a reconocer esta neutralidad invadiéndola el 10 de mayo de 1940.
Hubo cierta resistencia inicial por parte del ejército holandés pero cinco días después, cuando los nazis amenazaron con bombardear la ciudad portuaria de Rotterdam, los holandeses capitularon y, a pesar de que un acuerdo de rendición se estaba elaborando, la fuerza aérea alemana bombardeó el casco antiguo de Rotterdam muriendo más de 800 civiles y quedando sin hogar más de ochenta mil personas.
Dos meses más tarde, Besnyö fotografió las ruinas.

Con los nazis ocupando los Países Bajos, la vida y condiciones de trabajo para los judíos eran muy limitadas. A Besnyö le prohibieron ejercer cualquier trabajo periodístico, por lo que tuvo que aceptar sólo encargos fotográficos privados.
Al poco tiempo, incluso este tipo de trabajo desapareció.

Chaja Goldstein.
1933.

Niños en la arena..
Lago Balaton. Hungría. 1933.

Madre e hijos.
1933.


Después del baño.
1933.

En 1941 el primer grupo de judíos fueron deportados al campo de concentración de Mauthausen en Austria.
Un año más tarde fueron obligados a identificarse públicamente portando la estrella de David. Los nazis comenzaron a construir campos de concentración en los Países Bajos.

Eva Besnyö pasó a la clandestinidad. Obtuvo documentos de identidad falsos y logró ganarse la vida de manera muy limitada hasta el final de la guerra.

De los 140.000 judíos que vivían en los Países Bajos antes de la invasión nazi de 1940, sólo 30.000 sobrevivieron, entre ellos la mayor parte de la familia de Besnyö.
Otros, incluido su padre que murió en Auschwitz, no tuvieron esa suerte.

El cineasta Joris Ivens.
Amsterdam, Países Bajos. 1933.

Sala de cine Cineac.
Amsterdam, Países Bajos. 1934.

Nicole Dumont.
Amsterdam, Países Bajos. 1934.

Residencia de verano en Groet.
Bergen, Países Bajos. 1934.

Playa de Oostduinkerke.
Bélgica. 1934.

Niña con gato.
1936.

Amsterdam. 1936.

Expo-1937.
París, 1937.

Expo-1937.
París, 1937.

Narda.
Amsterdam, Países Bajos. 1937.

Narda.
Amsterdam, Países Bajos. 1937.

París. 1937.

Carel Willink en su estudio.
1938.

Ayuda para China.
1938.

Niña.
Hungría. 1938.



Para todas las fotografías.
Autora: Eva Besnyö.



domingo, 22 de marzo de 2015

Eva Besnyö, la holandesa húngara (I).

La entrada anterior enumera diez fotógrafas a las que no he dedicado el tiempo y la información que todas se merecen. 

Por ello, hoy empiezo con el trabajo de una de ellas, Eva Besnyö.
Es mi deseo continuar exponiendo poco a poco las fotografías de todas estas estupendas profesionales.

Autorretrato.
Budapest. 1929.

Eva Marianna Besnyö (1910-2003) nació en Budapest en el seno de una familia judía. Su padre era un abogado llamado Bela Blumengrund que, para tener un poco más de clientela, cambió su nombre y apellido por otros más húngaros como Bernat Besnyö.

Bernat esperaba que Eva y sus hermanas asistiesen a la Universidad, pero ella tenía otra idea.
Con 18 años sabía que quería ser fotógrafo.
Ya poseía una pequeña cámara Kodak Brownie y curiosamente tenía entre sus amigos de infancia a un joven también judío y tres años más joven que ella llamado Endré Ernö Friedmann al cual le contagió su amor por la fotografía. Este chico, con el tiempo, se convertiría en Robert Capa, el mundialmente famoso reportero gráfico. 

Sombras en el muro.
1929.

Eva y Magda.
Budapest. 1929.

Apoyada por su tío, Eva Besnyö convenció a su padre para renunciar a los estudios universitarios y convertirse en aprendiz de fotógrafo.
Finalmente, su padre accedió y consiguió que trabajase con uno de los mejores de la época, József Pécsi, dueño de un estudio muy considerado en Budapest y especializado en retratos, publicidad y fotografía de arquitectura.

Durante dos años Eva trabajó como aprendiz en dicho estudio aprendiendo todos los fundamentos fotográficos y las técnicas de revelado y positivado.
Adquirió en esos años una Rolleiflex y una copia del libro que marcaría su carrera fotográfica: El mundo es bello (Die Welt ist Schon) del fotógrafo alemán Albert Renger-Patzsch. Este libro fue el comienzo del movimiento de la Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit).
Eva quedó maravillada con el movimiento y quiso formar parte de él.


Así que en 1930, cuando ella tenía 20 años y ya había completado su aprendizaje, se trasladó a Berlín. 
Berlín le ofreció nuevas formas de pensar, nuevas formas de expresión.
Vio como Renger-Patzsch fotografiaba cosas y August Sander retrataba personas por lo que Besnyö decidió buscar el equilibrio entre el enfoque industrial de Renger-Patzsch y el enfoque humano de Sander, explorando el desordenado territorio existente entre personas y cosas.

Niños jugando.
Berlín. 1930.

Niños.
1930.

El pintor Gyorgy Kepes.
Berlín. 1930.

En Berlín, encontró trabajo con Peter Weller, quien dirigía una agencia de foto-reportajes. Era el trabajo perfecto para Eva ya que le permitió retratar la vida cotidiana tanto en Alemania como en su Hungría natal.
 Aunque la mayoría de las fotografías que realizó en ese periodo iban firmadas por Weller o por el nombre de las agencias, Eva se encontraba encantada con el trabajo.

Empezó también en esa época a tener un comportamiento políticamente activo. Junto con otros fotógrafos (Capa y Moholy-Nagy) e intelectuales asistió a talleres y conferencias impartidas por la Escuela de Trabajadores marxistas, con la que colaboró realizando fotografías del mundo obrero berlinés.


Pero siendo judía y de ideas marxistas, comprendió que el crecimiento del partido nacionalsocialista alemán no le iba a ser muy favorable por lo que en 1932 se traslada a los Países Bajos junto al fotógrafo holandés John Fernhout.

El lido de Wannsee.
Berlín. 1931.

Baile en el lido de Wannsee.
Berlín. 1931.

Trabajadores en Alexanderplatz.
Berlín. 1931.

Obrero en un escaparate.
Berlín. 1931.

Carbonero.
Berlín. 1931.

Estibador en el río Spree.
Berlín. 1931.

Stanbergerstrasse.
Berlín. 1931.

Estadio olímpico.
Berlín. 1931.

Niños.
Berlín. 1931.

Plátanos.
Berlín. 1931.

Niño con violoncello.
Lago Balaton. Hungría. 1931.

Niño con violoncello.
Lago Balaton. Hungría. 1931.

Músicos gitanos.
Lago Balaton. Hungría. 1931.

Magda.
Lago Balaton. Hungría. 1931.

Niña sobre un tablón.
1931.

Niña en la arena.
1931.

Botellas.
Budapest. Hungría. 1931.

1932.

Astilleros.
1932.

El circo.

Autorretrato.
Berlín. 1932.

Para todas las fotografías.
Autora: Eva Besnyö.